El Hotel los Cigarrales está justo enfrente del río Tajo, rodeado de naturaleza y vegetación autóctona con encinas, olivos, pinos, lavanda, romero, tomillo….
El hotel tiene una parada de autobús público (línea 7.1) justo enfrente del mismo cuya línea termina en el centro de la ciudad en la misma plaza de Zocodover con frecuencia cada 60 minutos .
Taxi: Se puede solicitar en la recepción del Hotel o bien llamar directamente a su teléfono 925 25 50 50.
Tarifa hasta la plaza de Zocodover +/- 13-15 €. Vuelta desde plaza de Zocodover al hotel +/- 7-8 €
Este rincón toledano es célebre por la leyenda de un amor prohibido entre un caballero cristiano y una joven judía.
Su pasión desafiaba las rígidas barreras de la fe y la tradición, encendiendo un romance furtivo y desgarrador. El caballero, noble y valeroso, veía en la joven la encarnación de la belleza y la esperanza. Sin embargo, el padre de ella, aferrado al honor y a las antiguas costumbres, puso fin trágicamente a la vida del amado.
Devastada por la pérdida, la joven se refugiaba cada noche junto a un antiguo pozo. Allí, sus lágrimas se mezclaban con el agua, amargando su sabor y simbolizando su dolor infinito. Una noche, al ver el rostro de su amado reflejado en las profundidades del pozo, sintió que su pena alcanzaba el límite.
Sin pensarlo dos veces, se lanzó al interior, entregándose a un destino que la condenaba a la separación eterna. La leyenda de este sacrificio ha perdurado a lo largo del tiempo, evocando la intensidad de un amor imposible.
Hoy, este lugar se erige como un símbolo de melancolía y pasión, recordado por quienes aún sueñan con lo inalcanzable.
La Cueva de Hércules es uno de los lugares más enigmáticos de Toledo. Según la leyenda, el mítico héroe construyó un palacio subterráneo repleto de tesoros y secretos, protegido por una terrible maldición. Se decía que cualquier persona que intentara desvelar sus misterios sufriría trágicas consecuencias.
Como medida de precaución, cada rey que ascendía al trono debía colocar un candado en la puerta de la cueva, una tradición que fue adoptada por los sucesivos monarcas visigodos. Sin embargo, el último rey visigodo, Don Rodrigo, desoyó la advertencia y rompió los candados, accediendo al interior. Su acción, según la leyenda, desató una maldición que precipitó la caída del reino visigodo y facilitó la invasión musulmana que puso fin a su dominio.
Ubicada en el Callejón de San Ginés, en el casco antiguo de Toledo, esta cueva subterránea ha sido objeto de estudio por parte de arqueólogos. Las excavaciones han revelado restos de antiguas construcciones romanas y visigodas, lo que sugiere que, más allá de la leyenda, la cueva pudo haber formado parte de un antiguo sistema hidráulico.
La Casa del Diamantista, en Toledo, fue el hogar de Don José Navarro, un talentoso orfebre a quien se le encomendó la creación de la corona de la futura reina Isabel II.
Agobiado por la complejidad del encargo y la escasez de materiales, pasó noches en vela sin hallar una solución. Sin embargo, una madrugada, descubrió en su cuaderno un diseño perfecto, aunque no recordaba haberlo dibujado. Más tarde, con asombro, presenció cómo pequeños seres misteriosos completaban la obra antes de desaparecer en las aguas del río Tajo.
Finalmente, el 25 de septiembre de 1833, Navarro entregó la majestuosa corona para la coronación de Isabel II. Aunque la historia de estos enigmáticos ayudantes sigue siendo un misterio, la maestría del orfebre quedó inmortalizada en la joya real.
Hoy, la Casa del Diamantista es un rincón fascinante de Toledo, donde historia, arte y leyenda se entrelazan, dando vida a un relato que perdura en el tiempo.
A poco más de media hora de Toledo, se esconde uno de los paisajes más sorprendentes de la provincia: las Barrancas de Burujón, conocidas popularmente como el pequeño Cañón del Colorado de Toledo. Esta formación natural, esculpida durante siglos por la erosión del viento y el agua, ofrece un espectáculo de cortados arcillosos que se elevan sobre el embalse de Castrejón, creando un paisaje abrupto, rojizo y espectacular.
La ruta que recorre las barrancas permite disfrutar de varios miradores desde los que contemplar el contraste entre las paredes escarpadas y la tranquilidad del agua. Es un lugar perfecto para hacer senderismo suave, disfrutar del silencio y dejarse impresionar por unas vistas que, aunque inesperadas en esta zona, enamoran a todo el que las visita. Sin duda, una escapada imprescindible para quienes quieran descubrir un rincón único y poco conocido de la naturaleza toledana.
Ubicado a las afueras de Toledo, el Parque Puy du Fou España se ha consolidado como una de las experiencias más impactantes y emocionantes del turismo cultural en nuestro país. A través de espectáculos en vivo, este parque temático recrea episodios clave de la historia de España con una puesta en escena de nivel cinematográfico: música, efectos especiales, vestuarios cuidados al detalle y escenarios envolventes que sumergen al visitante en otra época.
Desde el aclamado espectáculo nocturno El Sueño de Toledo, que recorre 1.500 años de historia en apenas una hora y media, hasta las representaciones diurnas como A pluma y espada, Cetrería de Reyes o El último cantar, cada rincón del parque está diseñado para emocionar y sorprender. Puy du Fou no es un parque de atracciones, es un lugar donde la historia cobra vida con una fuerza visual que deja huella. Ideal para toda la familia y totalmente recomendable como parte esencial de cualquier visita a Toledo.
LUMINA es mucho más que una visita nocturna: es una experiencia sensorial y artística que transforma el interior de la Catedral Primada en un escenario de luz, sonido y emoción. Gracias a un impresionante mapeo audiovisual, las bóvedas, columnas y capillas cobran vida con proyecciones que recorren la historia, el arte y el alma de este templo único.
A través de esta visita inmersiva, el visitante descubre rincones de la Catedral desde una perspectiva completamente diferente, envuelto en una atmósfera mágica que realza la arquitectura gótica con un lenguaje contemporáneo. Es una propuesta perfecta para cerrar el día en Toledo con un recuerdo inolvidable, donde el patrimonio y la tecnología se fusionan para ofrecer una de las experiencias más impactantes de la ciudad.
Cada año, entre febrero y mayo, el Jardín de San Lucas se llena de vida con la celebración del Mercado de Flores, un pequeño oasis vegetal en pleno casco histórico. Este evento al aire libre convierte el jardín en un rincón lleno de color, aromas frescos y encanto natural, ideal para pasear por la mañana, descubrir flores de temporada, plantas ornamentales y pequeños productos artesanos relacionados con la jardinería y el bienestar.
Con entrada gratuita y un horario de 10.00h a 14.00h, es una visita perfecta para quienes disfrutan de los planes tranquilos y con esencia local. Ya sea para comprar una planta, hacer fotos en un entorno precioso o simplemente relajarse entre aromas y naturaleza, el Mercado de Flores en San Lucas es una propuesta diferente y muy especial durante la primavera toledana.
En lo alto del imponente Alcázar de Toledo se encuentra uno de los rincones más sorprendentes y tranquilos de la ciudad: la cafetería de la Biblioteca Regional, un espacio poco conocido por los turistas, pero con unas vistas verdaderamente privilegiadas. Desde sus grandes ventanales, se abre una panorámica espectacular sobre los tejados del casco antiguo, con sus torres, cúpulas y calles laberínticas extendiéndose hasta el horizonte.
Es el lugar perfecto para hacer una pausa, tomar un café y disfrutar del Toledo más auténtico desde las alturas. La atmósfera es tranquila, el entorno moderno y acogedor, y el contraste entre el interior contemporáneo y el paisaje histórico crea una experiencia visual inolvidable. Un mirador inesperado que invita a contemplar la ciudad con calma, desde uno de sus puntos más altos y simbólicos.
Una localidad pequeña en tamaño pero inmensa en patrimonio. Su principal emblema es el Castillo de Guadamur, una fortaleza del siglo XV de estilo gótico-renacentista perfectamente conservada, que impone por sus torres y elegancia arquitectónica. Las visitas guiadas permiten conocer su historia y recorrer sus estancias mientras se disfruta de vistas únicas del entorno.
Pero Guadamur guarda también un tesoro más antiguo: en sus tierras se halló el famoso Tesoro de Guarrazar, uno de los descubrimientos visigodos más importantes de Europa. Hoy puede conocerse su historia en exposiciones locales que explican su hallazgo, su valor histórico y su relación con el antiguo Reino de Toledo. Y como contrapunto encantador, el municipio también ofrece la posibilidad de visitar una entrañable exposición de muñecas de juguete tradicionales, que recorre décadas de historia y memoria popular a través de estos objetos tan simbólicos.
Una visita completa y variada que mezcla historia, arqueología, patrimonio y ternura, ideal para una escapada diferente desde Toledo.
Explorar los Montes de Toledo es adentrarse en un entorno natural privilegiado, donde colinas suaves, encinas y olivares centenarios definen el paisaje. En este entorno se encuentran diversas almazaras tradicionales, donde aún hoy se produce aceite de oliva virgen extra de altísima calidad, con métodos que combinan la innovación y el respeto por la tierra.
La visita a una almazara es una experiencia sensorial completa: se recorren los olivares, se conoce el proceso de elaboración del aceite desde la recogida hasta el prensado, y por supuesto, se realiza una cata guiada que permite descubrir matices de sabor, aromas y texturas que definen el aceite de la región. Todo ello enmarcado en un entorno rural auténtico, con la posibilidad de disfrutar de la gastronomía local y la hospitalidad de quienes trabajan el olivar desde hace generaciones.
Una actividad perfecta para quienes desean conectar con la esencia del territorio toledano a través de su producto más emblemático.
Situada en plena llanura manchega, Consuegra es uno de los destinos más emblemáticos de la provincia de Toledo, donde historia, paisaje y gastronomía se dan la mano. Su silueta es inconfundible: un conjunto de molinos de viento alineados en lo alto del cerro Calderico, junto al imponente Castillo de la Muela, una fortaleza medieval que ofrece unas vistas espectaculares de la comarca. Es fácil imaginar aquí a Don Quijote enfrentándose a gigantes, y más aún, sentirse parte de ese paisaje de novela.
La visita permite recorrer el interior del castillo, subir a alguno de los molinos restaurados y conocer de cerca cómo era la vida rural en siglos pasados. Pero Consuegra también es tierra de sabor: sus quesos manchegos, elaborados de forma artesanal, son una delicia que merece ser degustada en alguna de sus queserías o tiendas locales. Historia, paisaje y gastronomía se combinan en una escapada que deja huella.
Recorrer el Barrio de la Judería es adentrarse en uno de los rincones con más historia y encanto de Toledo. Sus callejuelas estrechas y empedradas conservan el trazado original medieval y transportan al visitante a la época en la que la comunidad judía floreció en la ciudad. Aquí se mezclan la memoria cultural, las leyendas y una arquitectura única, con espacios emblemáticos como la Sinagoga del Tránsito o la de Santa María la Blanca.
En pleno corazón de este barrio se alza el Monasterio de San Juan de los Reyes, una de las joyas del gótico isabelino. Mandado construir por los Reyes Católicos, impresiona por su arquitectura majestuosa, sus altos contrafuertes con cadenas colgantes y su exquisito claustro. Su interior es tan solemne como luminoso, y su visita permite comprender la importancia política y simbólica que tuvo Toledo durante la época de los Reyes Católicos. Es un lugar imprescindible para entender la historia religiosa y monumental de la ciudad.
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¡Te esperamos en el corazón de los Cigarrales para que vivas una estancia única en Toledo!